El lago

Llegué al lago del campamento agarrada del brazo de Shane. De momento solo habían unos trabajadores y el campamento estaba algo vacío, faltaba mucha gente por llegar.

-Puesto que acaba de empezar... Los pocos días de fiesta... Han sido muy ajetreados -dije rodando los ojos, sintiendo como nuestros brazos rozaban- ¿Y qué tal la estrella famosa admirada por todo el país?
Reí entre dientes y coloqué mi dedo índice en su frente.
-Todas mis amigas te tienen puesta una chincheta aquí para que no escapes de la pared de sus habitaciones.

Reí entre dientes.
-Te quejarás -dije mirándole de reojo y hechándome encima suya, rodeando su cuello- ¿Y si yo me hecho encima tuya también está mal? -pregunté enseñándole la lengua.

Sonreí mostrando mi blanca dentadura.
-Genial -dije tumbada a lo largo sobre sus piernas- Porque no me separaré de tí en los próximos mil siglos.

-Pues, no lo sé -dije devolviéndole la misma sonrisa- Para estar contigo, supongo.

-¿Qué te hace pensar lo contrario? -pregunté alzando una ceja, sonriendo un poco. Al notar su cercanía lo miré a los ojos en silencio, con mis comisuras curvadas hacia arriba. Pensaba que estar juntos era imposible. Él era una estrella del rock y yo... Otra más. Era algo imposible... Al menos eso pensaba. Pero en el fondo, lo quería con todo mi ser.

Abrí los ojos ampliamente y seguí tumbada, viendo cómo él se levantada.
Me senté de piernas cruzadas y lo miré levantarse.
-Shane... -murmuré con un hilo de voz, como suplicando para que no se fuera.

Me puse de pie y me acerqué a él, para ponerme frente a él.
-Cállate -le dije cubriendo su boca con mi mano y abrazándolo con fuerza, para luego mirarlo a los ojos, acercando mis labios a los suyos.

Mis hombros se relajaron por completo al recibir su beso. Era algo que no podía ni creerlo yo misma. No me importaba que estuviera besando a la superestrella de Connect 3, sino que estaba besando a Shane... Cerré los ojos con lentitud mientras mis manos rodeaban su cuello y lo besaba con dulzura.

Sonreí contra sus labios, mientras me dedicaba a saborear aquel bonito beso mientras duraba. Me pegué a su cuerpo aún mas, bajando mis manos hasta su cintura con delicadeza.

-...llevo tanto tiempo esperando esto -murmuré terminando su frase, con los ojos cerrados aún.
Sonreí algo tímida, pero no me separé de él en ningún momento.

Fruncí el ceño y lo miré a los ojos.
-No lo estás, Shane...
Tenia una razón en mente, pero tal vez era demasiado cruel de modo que me callé y sólo sonreí.
-Y si lo estás, a mi me gustan las locuras.