La plana de la montaña

Rodeé el árbol hasta quedar en el otro lado de éste, dando la espalda a la pareja.
-Qué suerte tienen algunas -dije quedándome pensativa- Demasiada suerte... -sonreí al venirme algo a la cabeza.

Miré a Shane que estaba como petrificado.
-¿Qué pasa... Shane? -pregunté con voz temblorosa.

Me alejé ante su beso.
-No, Shane... ¿Qué pasa? -dije al verlo incómodo.

Volví a mirar por última vez.
-Complaciendo a una de sus fans... ¿eh? -fruncí el ceño, tenia envidia, celos... muchos celos.

Me quedé arrodillaba donde estaba, alzando una ceja ante su comportamiento, entonces vi a una chica a lo lejos, que parecia algo enfadada al vernos de esa manera... Empecé a pensar de lo peor... ¿Y si fuera uno de los ligues de Shane?

Al verlo acercarse, dejé que mi enfado no se notara, mostrando una cara algo decepcionada y triste.
-Hola -dije únicamente, haciendome la afectada por su mentira.

-Salúdala de mi parte cuando estés con ella -dije alzando mi mirada, cruzada de brazos- ahora veo el verdadero trabajo de Shane Gray en Camp Rock -murmuré tras un suspiro.

Suspiré rodando los ojos y mirandolo como si fuera a llorar.
-Podrías habermelo dicho, Shane. Somos amigos... Y cuando me dijiste eso -miré al suelo y comencé a hablar como una niña, poniendo pucheritos- pensé que tendría todo el verano por delante para tenerte a mi lado y... y... lo cierto es que no conozco muy bien al Shane no famoso pero el que es famoso, que lo conozco mucho, me gusta y...
Suspiré, pensando en cosas tristes para que los ojos se me humedecieran.

Miré al suelo y comencé a abrazar mis brazos para protegerme del frío. Estaba más convencida que Shane conocía mejor de lo que pensaba a esa chica... Porque si fueran solo amigos... ¿por qué se habia alarmado de ese modo?

Me sequé las pocas lágrimas que tenia en mis ojos y medio sonreí.
-¿Seguro? -dije mirandolo de reojo y abrazándolo con fuerza, después de darle un beso en la mejilla, cerca de sus comisuras.

Vi a Caytlyn a lo lejos, y al ver a Shane abrazarse con esa chica, y al ver como lo besaba cerca de la mejilla, miré al suelo, algo decepcionada por lo que veía y lo que parecía haber entre ellos.

Rodé los ojos.
-Vale -alargué esa palabra. Entonces, negué con la cabeza- No, la conoceré en el campamento, vete con ella -dije intentando dar algo de pena- Además, este lugar es un asco.
Solté su mano y me perdí entre los árboles, volviendo por donde habia venido.

Vi como se iba aquella chica y oculté mi rostro entre mi larga melena, mientras apoyaba mis manos en mis piernas arrodilladas.

Lo miré algo desconfiada.
-¿Quién era ella? -pregunté con un tono de amargura en mi voz.