Enfermería

Me puse nervioso al ver que no decía nada, así que continué titubeando.
-En fin... bueno... tenía razón y todo eso... Brown y yo estuvimos hablando. Me di cuenta de que no tenía que relacionar mi vida privada con la profesional y así lo he hecho yo. Te pido disculpas... y lo del otro día... se me fue un poco la pinza, estaba muy cabreado, de verdad que no decía lo que pensaba.-esperé, conteniendo el aliento.

Hice una mueca.
-Espero que no dijeras en serio lo de perder el tiempo conmigo -dije cruzada de brazos.

-La verdad es que no... me alegro de haber pasado ese tiempo contigo.-le dije empezando a perder la vergüenza.

Curvé mis comisuras hacia arriba, ocultando mi rostro entre los mechones de mi pelo. Me puse de pie y me abalancé sobre él, para darle un fuerte abrazo.

Al principio tardé en reaccionar, pero después le devolví al abrazo, sonriente.
-Entonces... ¿Eso significa que me perdonas?

Asenti con la cabeza y me separé un poco de él para mirarlo y besar su mejilla, donde dias antes le habia golpeado.

Sonreí como un tonto.
-Vaya... me alegro...-ahora no sabía cómo seguir. Me había preparado negativamente para la respuesta. No sabía que Melody era tan comprensiva... y me gustaba.-En fin... bueno... ¿qué has hecho últimamente?-pregunté arqueando una ceja.

-Arrepentirme por no estar contigo -dije sinceramente, acercando mis labios a los suyos y dandole un largo y dulce beso.

Le correspondí el beso, eufórico. Ya podría venir Brown a interrumpirnos como si fuese el yeti, que a mí no me importaba. Seguí besándola hasta que decidí separarme de ella, sonriéndola.
-¿Tienes trabajo que hacer?

Sonreí rodeando su cuello.
-No... Bueno, sí. Digo... -cogí aire- Sí pero puedo irme.

Hice una mueca; tenía ganas de hacer algo juntos, pero no quería interrumpirla.
-¿En serio? Si no puedes... bueno... no pasa nada.-aunque mentía. Me froté la nuca impaciente.

Alcé las cejas.
-Que no importa -insistí mientras él me rodeaba la cintura.

-Guay.-le sonreí mientras la acercaba más a mí.-¿Te hace una vuelta por el campamento?

Me encogí de hombros.
-Vale -dije sonriente, entrelazando los dedos de nuestras manos.

Al volver, deposité a Charlie en la camilla y lo atendí enseguida. Al hacerle el análisis, vi como poco a poco se despertaba de su desmayo.

Abrí los ojos dubitativo. Fui a incorporarme cuando sentí un dolor muy profundo en mi pierna izquierda. Hice una mueca de dolor.
-¿Pero qué...?

Le cogi de la mano.
-Shh -dije llevando mi dedo indice a mis labios- te caiste. Esta vez sí te rompiste la pierna -dije sinceramente, mirando su escayola.

Miré asombrado mi perda escayolada.
-¿¡Pero qué!? ¡Mierda, mañana tengo clase!-fruncí el ceño.-¡Qué lata! Me caí del árbol, ¿cierto?

Me encogi de hombros.
-El que avisa no es traidor, eso te pasa por no hacer caso a una chica -dije bromeando dandole suaves palmaditas sobre la escayola.

Entrecerré los ojos mienras me daba golpecitas en la escayola; aún así dolía. Miré a Melody, esbozando una media sonrisa.
-Eso significa... ¿que me has traído hasta aquí, ¿verdad?-le pregunté esperanzado por pensar que a Melody le podía importar tanto.

Rodé los ojos.
-Claro, tonto -dije alborotando su pelo- no te iba a dejar ahi tirado.
Esbocé una sonrisa.
-¿Quién será ahora el crack de la comba y el futbol? -dije con un tono de ironía en mis palabras.

Sonreí abiertamente.
-Eso me recuerda... ¡Tenemos un reto pendiente, mademoiselle Melody, con o sin escayola!-bromeé. Al intentar ponerme de pie, me dolió muchísimo la pierna e hice una mueca de dolor disimulada.

Me crucé de brazos e hice que se tumbara de nuevo.
-Prohibido esforzarse -dije frunciendo el ceño- Si quieres ir a clase, irás con muletas y con unas pastillas para el dolor. Pero nada de esforzarse.

Mientras me eché en la camilla, sonreí y agarré de la nuca a Melody, juntando sus labios con los míos en un cálido beso. La separé unos centímetros de mí para susurrarle:
-Muchas gracias por las molestias, doctora.

Sonrei, rodeando su cuello con mis brazos, pero con cuidado para no apoyarme sobre él. Me senté sobre la cama y me incliné para devolverle un tierno beso.
-De nada, mi paciente -dije sonriendo mientras lo miraba a los ojos.