Cabaña de Shane, Nate y Jason

Segui haciéndole caricias.
-No, lo sabía desde muchísimo antes -dije sonriente- cualquiera no haría lo que tú haces, como pedir perdon aunque no tengas la culpa, o colarte en el estudio de grabación y encerrarme, regalarme las deportivas -sonreí y le di un piquito en los labios- eres genial, Nate.

Le guiñe el ojo.
Estoy pensando en hacerme algo en el pelo,pero nose el que podría ser...-dije,mientras me ponía a estirar de mis rizos.

Reí entre dientes.
-¿Quieres que te pase las planchas? -dije parpadeando un par de veces, como pidiendoselo por favor y poniendo ojitos.

Nunca me he lisado el pelo pero,¿Me quedara bien?-dije alzando una ceja,dandopalamadtas a mis rodillas,algo nervioso,sabía que me iba a quedar mal pero no me podia resistir a esa carita de angel.

Sonreí.
-No lo sé, provemos a ver -sonreí- Oh, pero tú tienes mis cosas -le recordé- y también tienes mis planchas.

Pense en donde podría estar.
-Supongo que estara debajo de mi cama al igual que todas tus maletas.-dije señalandole con el dedo.

-Vale, luego si se te olvida esconder todo en otro sitio, no te quejes que he cogido alguna que otra ropa -bromeé mientras me agachaba y apartaba un par de mantas de la cama, riendo entre dientes.

Pobres risitos..-dije murmurando algo triste,mientras los estiraba uno a uno.-Creo que me quedara muy mal,además Nate Gray no puede huillarse de esa manera-dije echandome hacia atrás.

Encontré mis cosas y saqué las planchas, enchufándolas y dejando que se calentaras.
-Bueno, ¿tú me imaginas con el pelo a lo afro? -alcé una ceja- pues una vez me lo puse, me humillé, pero no me importó. Nunca todo te quedará bien.
Abri los ojos impresionada, ¿desde cuando hablaba yo de esa manera? Tanta deportiva y tanto chandal me estaba comiendo la cabeza.

Si te humillas por algo bueno como es mi caso no pasa nada..-dije agarrandole de los mofletes como si fuera un muñeco.

Fruncí el ceño, pasando la palma de mi mano desde donde me habia estirado de las mejillas. Le enseñé la lengua y cogí las planchas.
-¿Listo?

Negue con la cabeza miraba la plancha con miedo.
-Esperate unos segundos...-conté hasta 10 y suspire.-Ya puedes empezar..pero tardaras mucho tiempo.- me acomodo lo máximo posible para despues no estar moviendome.

Sonreí.
-Si no es para tanto -dije al ver cómo empalidecía enseguida.
Cogí un mechón de su pelo rizado y le pasé las planchas que quemaban mucho y hacían un pequeño ruido cada vez que pasaba el pelo de Nick por ellas.

Dejalo,dejalo,mis rizos son mu´valiosos... para quemarlos-dije al oír ese incómodo ruido,mientras me tocaba el que me había planchado.-Dejemoslo para otro día.

-Pero si no pasa nada -dije poniendo pucheros, mirándolo como si no hubiese roto un plato- es normal que haga ese ruido.

Dejalo..en serio me doy una ducha y vuelvo,esperame-dije guiñandole el ojo asomado en la puerta del baño.-Te dejo coger algunas prendas de la mochila esa la rosa ..-dije señalando la mochila que estaba debajo de la cama de Jason,cerre la puerta del baño. -¡Esa estaba bien oculta,tiene cosas muy pijas..!-dije alzando la voz para que me oyera.

Sonreí.
-No pienso perder la apuesta -dije cruzada de brazos, intentando ser superior.

Estaba duchandome, y escuche lo que había dicho.
-Lista eres...-dije sonriendo para mi mismo.-Yo te dejo si quieres coges..-grite.

Me tumbé en su cama, mirando la puerta del baño cerrada con una sonrisa, mientras rodeaba mi dedo con un mechón de mi pelo rubio.

Me estaba enjabonando el cuerpo.
-Ya me queda poco por teminar..¿que estas haciendo?-pregunte pensando que estaba cogiendo la ropa.

Sonreí juguetona.
-Imaginar qué haces en la ducha -reí entre dientes.

Vaya mente más peturbada-dije subiendo el tono de voz.
Me voy a dar prisa al bañarme por si acaso

En tono burloso, le contesté con aquellas mismas palabras y haciendome la tonta.

¿Yo?..Que fuerte..-dije mientras terminaba de ducharme.-Michelle ¿He dejado la toalla hay fuera es que no la encuentro?-dije mientras buscaba por el suelo o en las paredes las toallas.

Levanté un poco mi mirada para mirar si había una toalla por allí, y en efecto, estaba aquí fuera, sobre una cama. Sonreí divertida.
-Sí, hay una por aquí.